La dieta macrobiótica está sustentada en los principios fundamentales del yin y yang. Esta manera de comer, intenta recuperar y mantener el equilibrio de nuestro organismo mediante nuestra forma de alimentarnos.
Seguramente alguna vez habrás escuchado hablar sobre Yin y Yang, dos conceptos del taoísmo que se usan para representar la dualidad y el equilibrio presente en todos aspectos del universo, incluso en la forma en cómo nos alimentamos.
Se puede decir que dieta macrobiótica es una forma fisiológica y nutricional de aplicar los principios del Yin y Yang en la nutrición. El cual argumenta que todas las cosas están equilibradas por dos fuerzas con proporciones determinadas y que juntas, constituirán un todo.
Según la dieta macrobiótica, los alimentos yin son aquellos que tienen la propiedad de calmar y refrescar los órganos, mientras que los alimentos yang, estimulan y generan el calor que el cuerpo necesita para mantenerse activo.
El consumo exacto y equilibrado de ambos grupos de alimentos, nos permitirán mantener nuestro organismo en armonía.
Al mismo tiempo que podemos hacer uso de ellos en momentos determinados, cuando nuestro cuerpo necesite de sus propiedades.
¡La dieta macrobiótica es justo lo que nuestro cuerpo necesita!
De esta manera, la dieta macrobiótica puede ser definida como una nueva forma de vivir. En la cual se utiliza la alimentación para entender las leyes naturales y la forma en cómo esta se manifiesta para poder beneficiarnos de ella.
Como dice aquella vieja frase, “somos lo que comemos” y la dieta macrobiótica, nos demuestra lo cierto que puede ser esta afirmación.
Debido a que dependiendo de los alimentos que consumimos, cada célula de nuestro cuerpo se nutrirá, así como nuestros órganos trabajarán en función a lo que comemos y tomamos, día a día.
¿Estás interesado en conocer más sobre la dieta macrobiótica? Te invito seguir leyendo esta guía completa, en la que mostraremos todos los aspectos fundamentales sobre esta forma más armoniosa, sana y equilibrada de nutrirnos.
¿Qué es la dieta macrobiótica?
La dieta macrobiótica se puede definir como una práctica que busca la armonía y la sanidad de nuestro cuerpo, mediante la aplicación de los principios de la macrobiótica.
La cual es una enseñanza global que siempre intenta conseguir el máximo beneficio para nuestro cuerpo, alma y mente, integrándolos como un todo.
Así mismo, la terminología médica define la dieta macrobiótica como: “una manera de interpretar la nutrición basada en el consumo de granos de cereales integrales, legumbres, verduras cocidas y en el principio chino Yin-Yang.”
En la dieta macrobiótica el objetivo fundamental es el desarrollo y el entendimiento claro del individuo sobre sí mismo y sobre lo que lo rodea.
Por ello se puede considerar como una técnica de evolución personal, que no solo trabaja en la parte cognitiva del individuo, sino también en la parte física. Esto nos ayuda a implementar un forma específica y saludable de consumir los alimentos.
Esta enseñanza fue presentada por George Ohsawa, un gran pensador japonés quien consideraba que en los principios ancestrales del oriente había un principio único y un principio universal.
Los cuales permiten entender de forma más eficiente cómo funciona el mundo y comprender cómo enfrentar los problemas que se presentan en la vida.
En la dieta macrobiótica también se anexa el principio del Yin y del Yang, las dos fuerzas antagonistas pero inseparables, que componen la manifestación del todo.
En esta pseudociencia se considera que todos los elementos del universo están regidos por la dinámica constante de estás dos fuerzas y que esta dinámica establece el orden del universo.
En estudios de George Ohsawa y de sus predecesores, se reveló que el equilibrio del organismo humano estaría guiado por la presencia de 5 yin (sodio) y 1 yang (potasio). Esto hace referencia a los elementos presentes en la sangre humana.
De esta manera para que la alimentación pueda ser buena, se debe respetar este equilibrio en la dieta macrobiótica.
Tomando alimentos que cuenten con la proporción adecuada para que nuestro organismo pueda procesarlos y asimilarlos de forma armónica. ¡Impresionante! ¿No lo crees?
Por ello, una dieta macrobiótica nos ayudará desarrollar nuestro potencial como individuos, permitiendo que nos conozcamos y sepamos qué es lo que nuestro cuerpo necesita.
En esta dieta podemos eliminar los malos hábitos de alimentación, que muchas veces ocasionan daños permanentes en la función del organismo, por lo que no permiten su sano equilibrio.
Con la dieta macrobiótica podemos comer sano, al mismo tiempo que estamos en armonía con la naturaleza.
¿Cómo debemos hacer esta dieta?
La dieta macrobiótica es una dieta semi-vegetariana que la persona debe integrar a su vida de forma gradual. Así permitimos que el organismo se adapte y asimile bien el cambio de alimentación y la supresión de algunos elementos nutricionales.
Cuando una persona inicia con esta dieta macrobiótica, comienza con regímenes alimenticios que van integrando en diferentes grados de alimentación.
Esto se hace hasta que se consigue llegar solo al consumo de verduras, cereales y legumbres, únicamente.
La dieta macrobiótica cuenta con 10 niveles en los cuales la persona avanza poco a poco. Cuando llegamos al nivel 5, existe un cambio un tanto más brusco ya que supone un cambio completo en la forma de comer.
A partir del nivel 3 se comienza a anular el consumo de carne y de todos los productos de origen animal, como la leche, el queso, los huevos, entre otros.
Así cortamos la unión que tenemos con los alimentos carnívoros, para pasar a consumir únicamente los alimentos de origen vegetal que están permitidos en la dieta macrobiótica.
Al alcanzar el nivel más alto en la dieta macrobiótica, la persona consume únicamente granos de cereales.
La verdad es que solo las personas con un gran compromiso ideológico llegan a esta etapa, ya que requiere un alto grado de sacrificio.
Además de ir avanzado con base en los niveles de alimentación, es necesario que se base también en los alimentos que nacen en nuestro mismo medio ambiente.
Esto se debe a que la filosofía de la dieta macrobiótica nos enseña que, no hay mejor manera de adaptarnos a nuestro entorno que consumiendo los alimentos que florecen él.
¿Cuáles son los alimentos que puedo incluir siempre en mi dieta macrobiótica?
La dieta macrobiótica se adapta a las necesidades nutricionales de cada persona. La filosofía de esta dieta argumenta que cada individuo es único, por lo que su dieta debe ser una cuestión también individual.
Nuestra dieta debe ser de acuerdo a nuestra edad, genero, clima, trabajo, cultura, estilo de vida y etapa vital en la que nos encontremos.
Con el tiempo los maestros de la macrobiótica han facilitado listas con los alimentos permitidos y los porcentajes en los que deben ser consumidos, como la que te mostramos a continuación:
Verduras, legumbres, cereales y semillas :
Entre el 45% y el 100% de tu dieta macrobiótica debe contener estos alimentos, en el que el 20% al 30% de la porción del peso correspondería a las verduras.
Las verduras incluyen: Apio, acelgas, berro, chirivía, rábano, escarola, calabaza, brócoli. espinacas, grelos, hojas de nabo, zanahoria, remolacha, jengibre, lechugas, perejil, cebolla, col y coliflor.
El 5% al 10% deben ser de legumbres, tofu, miso o algas marinas y por su parte el otro 40% al 60% de la porción del peso sería de cereales y semillas.
El arroz integral, mijo, quínoa, trigo sarraceno, cebada, avena, centeno y trigo.
Frutas y frutos secos:
Las frutas pueden aportar muchos nutrientes y vitaminas al cuerpo por tu dieta macrobiótica, debe contener algún tipo de fruta natural o frutos secos orgánicos. Esto incluye: nueces, cacahuetes, almendras y avellana.
Pescado y mariscos frescos:
En la dieta macrobiótica se debe consumir pescados blancos al menos 2 veces a la semana.
Productos lácteos y huevos:
Debido a las proteínas que aportan al organismo, estos productos pueden ser consumidos ocasionalmente.
Agua:
Es necesario que el agua sea consumida a sorbos en bastante cantidad, antes o después de cada comida (nunca durante) y es mucho mejor cuando la consumas tibia en tés, sopas o infusiones.
En los niveles superiores de la dieta macrobiótica, solo se incluirá en la dieta la primera sección de alimentos.
Estos son los que pueden lograr un equilibrio completo en nuestro organismo, ayudando a nuestros órganos a funcionar mejor para que cumplan con todos sus procesos de forma correcta.
Los alimentos que no son parte de la dieta macrobiótica son:
- Carnes rojas
- Azúcar refinado
- Todos los alimentos refinados que contengan conservantes y colorantes
- Café, gaseosas y bebidas alcohólicas
- Grasa animal
- Alimentos cultivados con abonos químicos
- Berenjenas, frutas tropicales, tomate, patatas y zumos
- Condimentos picantes
¿Cuándo se come la dieta macrobiótica?
No existe un momento exacto para definir cuando debemos integrar la dieta macrobiótica a nuestro estilo de vida, ya que esta alimentación más allá se ser solo una dieta se puede concebir como rutina de alimentación y una filosofía de vida.
Cada persona en el momento que lo desee, puede comenzar con una dieta macrobiótica, bien sea con fines de salud, espirituales o mentales, todo depende de la decisión de cada individuo.
Muchas personas deciden comenzar con la dieta macrobiótica para realizar una limpieza a su organismo y perder peso.
Pero una vez que han integrado perfectamente esta forma de comer, de conocer los alimentos y de regular las porciones conscientemente, lo toman con su régimen alimenticio de por vida.
Ejemplos de dieta macrobiótica:
Para que tengas un ejemplo más claro de cómo deben ser las 4 comidas diarias (desayuno, merienda, comida, cena) cuando llevamos una dieta macrobiótica, aquí te dejamos 3 ejemplos que puedes aplicar siempre que lo desees:
Ejemplo 1:
Desayuno: Té verde con stevia y pan integral
Merienda: Una fruta
Comida: Judías verdes yensalada grande de verduras y hortalizas
Cena: Pescado a la plancha con lechuga
Ejemplo 2:
Desayuno: Cereal integral con frutos secos
Merienda: Avena cocida con quínoa
Comida: Tofu al vapor con arroz integral
Cena: Ensalada de mariscos con coliflor y brócoli, zanahoria y espinacas
Ejemplo 3:
Desayuno: Tostadas de pan integral con crema de vegetales o mermeladas sin azúcar
Merienda: Jugo verde con pepino, espinaca, manzana y menta
Comida: Paella con seitán, verduras y ensalada de legumbres
Cena: Crema de zanahorias.
Como ves, la dieta macrobiótica puede aplicarse a las diferentes comidas que debemos consumir durante el día, sin necesidad de suprimir ninguna, de hecho, es muy importante que durante esta dieta se cumplan las 4 comidas principales para proporcionar al cuerpo la cantidad adecuada de alimentos Yin y alimentos Yang en la proporción de 5/1 al día.
¿Por qué se hace la dieta macrobiótica?
Existen diversas razones por las cuales una persona puede comenzar con una dieta macrobiótica. En la mayoría de los casos, es porque desea ser más consciente de los alimentos que consume.
Eliminar malos hábitos y permitir a su cuerpo deshacerse de impurezas y de la gran cantidad agentes tóxicos los alimentos procesados nos aportan.
La dieta macrobiótica es efectiva, tanto si solo estás iniciando o si ya te has adentrado en la profundidad de este tipo de nutrición.
Esto puede ayudarte a desde el comienzo a comprender el uso de los alimentos con fines curativos y nutricionales para tu organismo.
Cocinando según el efecto que deseas lograr y combinando los alimentos de forma acorde con tu etapa vital y el estilo de vida que llevas.
Ya que este tipo de alimentación muchas veces es conceptualizada como una forma de entender el cómo nos relacionamos con nuestro medio ambiente, si analizamos y comprendemos sus principios sin rigidez, podría convertirse en una gran herramienta con la cual nos relacionaremos de una forma diferente y más eficiente con los alimentos.
En este sentido, podemos percibir cada elemento que lo compone como un componente que, al entrar a nuestro cuerpo, tenga una acción determinada que podemos usarla en pro a nuestro beneficio.
De esta manera, todas las personas que desean modificar los hábitos de su nutrición, haciendo uso de los alimentos de forma sensata y consumiéndolos de manera estructurada con base en sus requerimientos, pueden iniciar con la dietamacrobiótica que proporcionará un increíble equilibrio entre su cuerpo, mente, espíritu y su entorno.
Las ventajas de la dieta macrobiótica:
Los beneficios y ventajas que aporta la dieta macrobiótica ¡Son muchísimos! Entre ellos podemos destacar:
- Fomenta el consumo de alimentos poco procesados y orgánicos, cultivados en el mismo medio ambiente donde la persona convive, para tener una mejor conexión con su entorno.
- Disminuye la ingesta de grasas saturadas y carne roja, lo que es de gran beneficio para las personas con problemas de colesterol y triglicéridos.
- Aporta una gran cantidad de fibra, antioxidantes y oligoelementos a nuestro organismo
- Nos permite un mejor aprovechamiento de los nutrientes presentes en los alimentos, pudiendo integrarlos en el momento que nuestro organismo lo requiera
- Realizando una estructura alimenticia con base en los principios del yin y yang estudiados por George Ohsawa, podemos respetar el equilibrio interno de nuestro cuerpo, adaptándonos a él y permitiendo que trabaje de forma más armoniosa.
- Gracias a que los alimentos que se consumen en la dieta macrobiótica ayudando a mantener el PH del organismo, la acidez estomacal desaparecerá.
- La dieta macrobiótica ayuda a mejorar el tránsito intestinal debido los alimentos altos en fibra que consumimos.
- Nos ayuda a mantener un peso saludable y estable, ya que disminuye el consumo excesivo de grasas, azucares y carbohidratos.
- Aporta mayor energía, ya que esta dieta proporciona un gran aporte de hidratos de carbono que brindan una sensación de vitalidad y energía que se mantienen durante todo el día.
Las desventajas de la dieta macrobiótica:
Entre las desventajas que puede tener la dieta macrobiótica se encuentran:
- Ya que en esta dieta se suprimen las proteínas animales, las personas con bajos niveles de hierro o vitamina B12 no podrían seguir esta dieta, sin antes realizarse algunos exámenes de sangre para evaluar de forma más precisa estos valores.
- La dieta macrobiótica no es un tipo alimentación que puede llevar cualquier persona sin antes estudiar y prepararse correctamente para no cometer ciertos errores.
- Alguno de los alimentos incluidos en la dieta podrían ser un poco más costosos, sin embargo, siempre se puede optar por lo alimentos más económicos y que aporten la misma cantidad de nutrientes.
Comparación de la dieta macrobiótica con otras dietas:
En las dietas convencionales existe una tabla con recomendaciones generales de alimentos con proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Con esto, se pueden seguir unas recomendaciones diarias para todas las personas por igual , por tanto, suele ser sencillo seguir este tipo de dietas.
No obstante, una dieta macrobiótica es particular, existe un margen alimenticio para cada persona, por lo que el régimen de comidas y las recomendaciones diarias de alguien puede que no funcione bien para otro individuo.
¿La dieta macrobiótica es personal? Sí, la filosofía de cocina macrobiótica de las dietas es elegir los alimentos más indicados para una persona, de acuerdo a su condición y a lo que desee para sí mismo.
Hay quienes pueden entender la dieta macrobiótica y adaptarse rápidamente, mientras que otras personas transcurren algún tiempo en etapas y niveles para cumplirla a cabalidad.
Existen diferencias claves entre la dieta macrobiótica y otros famosos regímenes alimenticios. ¿Sabes cuáles son? A continuación, te presentaremos algunas de ellas.
Diferencias entre la dieta vegana, dieta vegetariana y dieta macrobiótica
La dieta vegana excluye todos los productos que deriven de los animales, incluyendo los lácteos y huevos. El fundamento de este régimen tiene una perspectiva ética, por lo que el veganismo se define más como una actitud de respeto hacia los animales que como una dieta.
Existe también la dieta vegetariana, la cual prohíbe el consumo de animales muertos, es decir, la carne en cualquiera de sus orígenes y formas, pero aceptan los alimentos de producto animal como los lácteos, los huevos y la miel. Estos últimos tomando en cuenta la producción ecológica y respetuosa tanto con los animales, como con el medioambiente.
Por otro lado, tenemos la dieta macrobiótica, la cual se basa en principios filosóficos que tratan de alcanzar un perfecto equilibrio entre las energías y el organismo, utilizando la alimentación balanceada en conjunto con la energía del Ying Yang que poseen los alimentos.
La elección de los alimentos es individual y se realiza de acuerdo al clima, la estación del año y por supuesto, en función de las necesidades nutricionales y características de la persona. La dieta macrobiótica rica en cereales como la cebada, el maíz y el arroz.
Dieta mediterránea vs dieta macrobiótica
Si estás pensando en iniciar una dieta y no sabes si es mejor la mediterránea que la dieta macrobiótica ¡Sigue leyendo!
A continuación, te diremos lo que debes saber sobre las diferencias y las similitudes de estos dos márgenes alimenticios.
La base de ambas dietas es idéntica, aunque en la cocina macrobiótica sólo se usa el arroz, la pasta, el pan de buena calidad y otros productos elaborados con harina integral, tomando en cuenta que la harina refinada pierde todos los nutrientes.
En la dieta macrobiótica la carne y el pescado se pueden consumir sin inconveniente siempre que se tenga una correcta precaución sobre su origen.
Se podría determinar que la diferencia más notoria entre la dieta mediterránea y la dieta macrobiótica es el consumo de leche. En la dieta mediterránea la leche debe ser ingerida diariamente, mientras que en la dieta macrobiótica se consume leche de forma opcional.
Ambos regímenes de alimentación le dan gran importancia al ejercicio físico regular, resaltando el daño que podría hacer los hábitos sedentarios en una persona.
En resumidas cuentas, la dieta macrobiótica y la mediterránea no son tan diferentes, pero si tienen una brecha entre dos conceptos importantes: el placer y la necesidad de una persona en adoptarlapara su bienestar.
¿Quién hace la dieta macrobiótica?
Grandes personajes del cine, la música y el deporte siguen la dieta macrobiótica, tomando en cuenta que más que una forma de alimentación es una filosofía oriental.
Paul McCartney: como forma de evitar algunos hábitos nocivos y contrarrestar sus efectos, este famoso cantante reconocido por haber sido el vocalista de “The Beatles”, incorpora a su dieta alimentos sanos y de origen 100% orgánico.
Así mismo, evita el consumo de alimentos manipulados genéticamente y las peligrosas grasas trans.
Alejandro Sanz: para bajar de peso antes de la época veraniega, el cantante visitó una clínica macrobiótica de alto nivel y además de iniciar con algunos tratamientos.
Comenzó con su dieta macrobiótica adaptada a la cocina mediterránea y con la más prestigiosa gastronomía.
Gwyneth Paltrow: la dieta macrobiótica es de gran importancia para la actriz e incluso, lleva a su chef personal para sus filmaciones.
Consume gran cantidad de verduras, frutas, algas y cereales integrales. Se dice que incentiva a su esposo (Chris Martin, vocalista de la famosa banda Coldplay) a seguir este régimen alimenticio.
Madonna: la reina del pop declaró que es fiel seguidora de la dieta macrobiótica, que realiza planes vegetarianos y ovo-lácteos. Estos regímenes son complementados con terapias naturales y meditación.
Conoce el origen de la dieta macrobiótica:
La cocina y los márgenes macrobióticos fueron desarrollados por un filósofo japonés llamado George Ohsawa durante la década de 1929, obtuvo gran fama ya que afirmó que se había curado a sí mismo de una grave enfermedad con una dieta simple de arroz integral, vegetales de mar y sopa de miso.
El lema del creador de la dieta macrobiótica es: «Come simple y sano para así vivir en armonía con la naturaleza y sus constantes cambios».
¿Cuál fue el objetivo? Principalmente, el filósofo tuvo el propósito de crear un margen alimenticio que evitara alimentos que puedan resultar dañinos para el organismo, o que contuvieran alguna clase de tóxico. ¿El resultado? La dieta macrobiótica.
La palabra “macrobiótica” es de origen griego, se compone de los términos “macro” y “bios” que en conjunto significa “larga vida” o “gran vida”.
Los orígenes de la dieta macrobiótica empiezan desde frases como “sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento” del reconocido médico griegoHipócrates y “somos lo que comemos” del filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerback.
Pero, fue el filósofo Ohsawa desde Japón quien fundó el principio de la cocina y la dieta macrobiótica moderna, inspirado principalmente en sus raíces orientales. De esta forma, con el tiempo se ha hecho una doctrina alimenticia muy popular, incluso con institutos que divulgan y enseñan sobre dicha filosofía.
Recetas para seguir la dieta macrobiótica:
Considerando el estudio del Ying Yang en los alimentos, es posible dividir en secciones la dieta macrobiótica según las necesidades, objetivos e incluso preferencias de la persona.
Por ejemplo, quienes tienen un trabajo activo o que requiere de fuerza muscular, no tendrán el mismo margen de comidas que la dieta macrobiótica de una persona con trabajo tranquilo o sedentario.
De la misma forma, una dieta macrobiótica no es la misma para un bebé que para un anciano, ni para alguien que está saludable y alguien se encuentra atravesando algún tipo de enfermedad.
La noción fundamental de «cada uno tiene que encontrar su propia dieta macrobiótica» es justamente lo que se comprende.
Práctica y verifica cuando empezamos con este régimen de la dieta macrobióticay, por tanto, es de suma importancia que cada persona esté consciente de cuáles son sus recetas indicadas para el día a día.
Sin embargo, con las múltiples observaciones realizadas se ha podido establecer un orden y una lista de recetas que son perfectamente adaptables al estilo alimenticio y la dieta macrobiótica.
Quieres conocer recetas para iniciarte en una dieta macrobiótica? Te daremos 3 ejemplos de recetas sencillas pero deliciosas que puedes incluir en tu alimentación para adentrarte en la cocina macrobiótica moderna.
¡Arriba el ánimo y empecemos!
Tempeh de alubias blancas con guisantes en salsa de tomate
Tempeh de alubias blancas con guisantes en salsa de tomate
Rose BriceñoIngredients
- 500 gramos Judias Blancas
- 10 gramos Tempeh
- 15 ml Vinagre sin pasteurizar
- 250 gramos Guisantes Frescos
Para la salsa de tomate
- 1 Cebolla
- 250 gramos Tomates enteros
- 2 Ajos
- 50 ml Agua Mineral
- 1 pizca Sal
- 1 pizca Pimienta
- 5 gotas Salsa Tamari
- 50 ml Caldo Vegetal
Instructions
- Dejar remojando las legumbres durante toda una noche ya que también atravesarán un proceso de fermentación.
- Al día siguiente, procedes a cambiar el agua y lavar bien para continuar con su cocción en una olla con agua hasta hervir.
- Tras conseguir la ebullición, deja unos minutos en el agua para que las legumbres suelten la espuma y luego, cuélalas, escúrrelas y lávalas bien.
- Vuelve a colocar las legumbres en agua y llévalas a hervir nuevamente.
- Déjalas cocinar a fuego medio por 15 minutos.
- Las legumbres deben quedar duras por fuera, pero suaves como para romperlas sin problemas con los dientes.
- Escúrrelas y extiéndelas sobre una bandeja, sécalas bien sin que se enfríen totalmente utilizando un trapo limpio de cocina.
- Una vez que estén bien secas, es momento de mezclarlas con el tempeh starter y el vinagre en un bol haciendo movimiento por unos cuantos minutos.
- Precalienta tu horno (o fermentadora) a 30º con un poco de humedad y coloca las legumbres en fermentación por dos o tres días.
- Esta preparación es muy común en la dieta macrobiótica y se debe comer con una cocción posterior, en guiso, estofado, hervido, frito o a la plancha.
- Esto puede permanecer unos días en la nevera, pero es recomendable congelar la que no se va a consumir rápidamente.
Para preparar la salsa de tomate
- Trocea la cebolla y fondéala en aceite de oliva hasta que esté transparente, añade los ajos y el tomate troceado en 8 partes.
- Incorpora unas gotas de tamari, sal y pimienta.
- Mezcla bien y añade el caldo vegetal, cocinándolo a fuego lento durante 25 minutos.
Para la salsa de guisantes
- Cocer los guisantes al vapor por 10 minutos, procesarlos en la batidora junto con los otros ingredientes hasta obtener una salsa consistente pero lisa.
- Realizaremos el tempeh a la plancha y lo serviremos con la salsa de tomate, la salsa de guisantes y unos brotes.
Notes
Nutrición
Sopa de verduras con miso
Es una de las preparaciones más sencillas y recomendadas en la dieta macrobiótica, fue una de las que señaló George Ohsawa como parte de su alimentación mientras descubría los beneficios de este régimen y curaba su enfermedad.
Necesitarás:
- 1 zanahoria
- 1 apio
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 chirivía
- Laurel
- Miso
- Agua mineral
Procedimiento:
Comienza lavando muy bien las verduras y cortándolas en trozos. Ponlas a cocinar en una olla repleta de agua con los espárragos trigueros e introduce una hoja de laurel para aderezarla y aportarle un delicioso sabor a la preparación.
Tapa la olla y deja que se cocinen las verduras por un lapso de 20 a 25 minutos a fuego medio. Cuando estén listas, apaga la hornilla y será momento de añadir el miso sin dejar de mezclar para que la pasta se deshaga y pueda unirse al resto de los ingredientes. ¡Y listo! Sírvela y degusta sus orgánicos sabores en un plato hondo.
Hamburguesas de avena
¿Eres de los que ama las hamburguesas? ¡Esta es una opción más saludable! En la dieta macrobiótica encontrarás recetas que pueden sustituir otras: si antes hacías hamburguesas repletas de grasas y salsas, ahora puedes intentar con las saludables hamburguesas de avena.
Necesitarás:
- 1 zanahoria
- 1 ajo
- Especias como pimienta, perejil y comino
- ½ cebolla
- Agua mineral
- 250 gr de copos de avena
- Salsa de soja
- Pan integral rallado
- Aceite de oliva
Procedimiento:
Para empezar con esta receta de dieta macrobiótica mezcla en un tazón los 250gr de avena con el ajo machacado, la zanahoria y la media cebolla bien picadita. Mezcla y añade las especias: el comino, el perejil y la pimienta. Incorpora en esta mezcla medio vaso de agua templada y un chorrito de salsa de soja.
Une bien todos los ingredientes hasta conseguir una masa, a la que puedes agregar pan integral rallado (opcional) si deseas fijar un poco más su consistencia. Haz pequeñas bolitas con esta masa y después aplástalas para conseguir la forma de hamburguesa.
Rebózalas con pan integral rallado y pon a calentar un caldero con aceite de oliva a fuego medio. Fríe las hamburguesas de avena en el aceite hasta dorar y escúrrelas en un papel absorbente para eliminar el aceite sobrante. ¡A comer! Sirve con una guarnición de arroz integral y disfruta de esta deliciosa preparación macrobiótica.
Conclusión:
La dieta macrobiótica clasifica los alimentos en dos grandes categorías: el ying y el yang. Los alimentos pasivos o ying y los alimentos activos o yang.
El objetivo de este margen alimenticio es encontrar un equilibrio ancestral entre el ying y el yang, desde la visión que demuestra el único camino para conseguir plena salud física y mental.
La dieta macrobióticase basa en principios filosóficos que no sólo requieren constancia y dedicación, sino también un gran trabajo interior en cada persona para comprender la esencia e importancia de tener una dieta macrobiótica.
Por tanto, es de suma relevancia estudiarla profundidad, ya que la dieta macrobiótica promueve la búsqueda de un bienestar integral y un equilibrio personal partiendo de uno de los ámbitos más importantes del ser humano: la alimentación.
Preguntas frecuentes:
-
¿Cuáles son los alimentos que puedo comprar para iniciarme en la dieta macrobiótica?
Para sumergirte en el mundo de la dieta macrobiótica y sus múltiples beneficios, puedes hacer una lista de mercado basada en cereales integrales en granos, frutos secos, legumbres, aceite de oliva, condimentos y especias orgánicas, frutas, semillas y en menor cantidad, alimentos de origen animal como el pescado, el huevo y la carne.
-
¿Cómo se obtiene calcio en la dieta macrobiótica si no se consume leche?
El calcio se puede obtener de otras fuentes sin necesidad de acudir a los productos derivados de animales.
Por ejemplo, las hojas verdes son ricas en calcio y magnesio, tales como el perejil, el brócoli, el berro, el rebollo, las nabizas, los cenizos, las ortigas, los grelos, las ortigas y el diente de león.
Así mismo, las algas, el aceite de sésamo y los frutos secos representan otras grandes fuentes de calcio para el organismo. -
¿Por qué la dieta macrobiótica evita el consumo regular de azúcar?
La razón principal de evitar el azúcar en el régimen de dieta macrobiótica es porque está estrechamente relacionado a enfermedades como la diabetes, la obesidad, las caries dentales, la hipoglucemia, los cálculos biliares, los problemas cardiovasculares, la descalcificación ósea y la debilidad del sistema inmune.
-
¿Es posible obtener suficientes proteínas con una dieta macrobiótica?
Una dieta macrobiótica moderna a largo plazo debe contener un margen alimenticio proteico, que incluye alimentos como la carne, los huevos y el pescado de buena calidad. Este consumo es variado y dependerá de las necesidades de cada persona.